JOSE MANUEL SOTO

Con motivo de una visita a Valladolid he visto que se ha abierto un restaurante con este nombre: “la mafia se sienta a la mesa” en la Plaza de los Arces. Se trata de una franquicia o cadena de restaurantes con el mismo nombre que hay en otras ciudades de España.

 

Y, a propósito de esta apertura, quería recordaros alguna cosa. Como sabéis hace pocas fechas se conmemoró el centenario del nacimiento de Frank Sinatra (cuyo nombre real era Francis Albert Sinatra) dado que nació el 12 de diciembre de dos mil quince. Y de sobra eran conocidas las relaciones de este cantante actor con la mafia. No debemos olvidar que La familia de su madre, Natalie Delia Garaventa, Dolly, era originaria de Lumarzo, provincia de Génova, y la de su padre, Anthony Martin Sinatra Saglimbeni, provenía de PalermoSicilia. Así wikipedia señala que: “Uno de los aspectos de la vida de Sinatra más polémicos y criticados y que más problemas le dio en vida fue el de sus relaciones con la mafia, llegando al punto de verse obligado a declarar al respecto en una comisión de la Cámara de Representantes el 18 de julio de 1972. Aunque estas relaciones fueron ciertas (fue amigo, por ejemplo, del mafioso Sam Giancana) nunca se pudo presentar ninguna prueba de que hubiese estado involucrado en ninguna actividad ilegal, sino que más bien fueron una consecuencia de su proyección como cantante, lo que le habría llevado a contactar con quienes dominaban las grandes salas de conciertos de Estados Unidos y a valerse de su apoyo, llegando por ejemplo a trabajar para Giancana en numerosos clubes nocturnos. No obstante, su relación con la Cosa Nostra fue muy íntima desde el principio. Uno de sus tíos, Babe Gavarante, era miembro de una banda que tenía su área de actuación en el Condado de Bergen, al norte de Nueva Jersey, y que estaba controlada por el entonces capo de la “Oficina” (nombre que recibe la mafia en Nueva Jersey) Guarino «Willie» Moretti. Asimismo, la primera mujer de Sinatra, Nancy Barbato, era prima de una de los “soldados” de Moretti y Sinatra fue invitado a cantar en la boda de la hija de este. En este hecho se basaría Mario Puzo para una de las escenas de El padrino, en la cual el cantante «Johnny Fontane» acude a cantar al matrimonio de Connie Corleone, hija de Vito Corleone, padrino de Fontane a quien luego le pide ayuda para ser seleccionado en una película que alzaría su fama. Moretti sufría de sífilis y su salud física y mental se fue deteriorando. Ante el miedo de que pudiera hablar más de la cuenta, la familia decidió liquidarlo, hecho que fue llevado a cabo por cuatro sicarios el 4 de octubre de 1951, precisamente el día en que había quedado para comer con Jerry Lewis y Dean Martin, quienes, en compañía del propio Sinatra, actuaban de vez en cuando en el Ben Marden´s Riviera Club de Nueva York, local del que era propietario una de los “soldados” de Moretti. También se tiene constancia de que Sinatra mantuvo una gran amistad con Lucky Luciano, el considerado padre del crimen organizado, a quien visitó en La Habana en un par de ocasiones y posteriormente en su exilio en Sicilia. Asimismo hay pruebas de que fue invitado de honor, y cantó, en la fiesta de Navidad de 1946 que Luciano organizó en Nápoles. En los archivos del FBI se conserva un expediente sobre Sinatra de 2403 páginas.”

Pues bien, lo que pretendo es enlazar la figura de Frank Sinatra con la gastronomía y con la mafia. Y para ello quería recordaros que todavía se vende un extraordinario libro titulado “la mafia se sienta a la mesa” –Historias y recetas de la “honorable sociedad”- de Jacques Kermoal y Martine Bartolomei (Tusquets editores). Y en el libro se narran de manera extraordinario diversos encuentros –imaginarios o reales- que hubieran podido tener lugar entre mafiosos y que terminarían con una comida italiana. Los autores recrean muy bien el ambiente de la posible comida y al final nos proporciona la receta de la comida.

Y uno de los capítulos del libro se titula “Frank Sinatra se arrodilla ante su jefe”. Se data esta posible comida en el año 63 y habría tenido lugar en Agrigento. El capítulo termina con el menú que podrían haber comido y con la receta del plato estrella: la pasta cicci.